Real Madrid protesta y se ausenta de los actos oficiales previos a la final de la Copa del Rey

Sevilla – La final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona arrancó con una fuerte polémica. Este viernes, el Real Madrid decidió no asistir a los actos oficiales previos al partido, incluyendo el entrenamiento en el estadio de La Cartuja, la rueda de prensa obligatoria y la tradicional cena con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Barcelona.

La decisión fue tomada tras la indignación generada en el club blanco por las declaraciones públicas de los árbitros designados para el partido, González Fuertes y De Burgos Bengoechea. Según fuentes del club, sus palabras fueron consideradas inapropiadas y evidenciaron una "animadversión" contra el Real Madrid.

El malestar creció después de que el club solicitara el cambio de árbitros, petición que fue rechazada por la Federación. Como medida de protesta, el Real Madrid optó por ausentarse de todos los eventos previos a la final, generando una situación sin precedentes en el fútbol español.

En un comunicado oficial, el club manifestó que las declaraciones de los árbitros “bajo un tono amenazante” afectaron los principios de imparcialidad y equidad que deberían regir un evento de esta magnitud. Además, señaló que las críticas contra los contenidos de Real Madrid TV evidenciaban una actitud hostil hacia la institución.

El Real Madrid pidió a las autoridades futbolísticas tomar medidas para garantizar la transparencia y el prestigio del torneo.

Mientras tanto, desde el Barcelona, tanto el técnico Hansi Flick como la expedición azulgrana optaron por un tono más moderado, pidiendo respeto hacia los árbitros y alejándose de la polémica.

La gran final, que debía ser una fiesta del fútbol español, se vio ensombrecida por este ambiente tenso e inusual, a tan solo horas del pitazo inicial en Sevilla.