EE. UU. ataca instalaciones nucleares de Irán en operación sorpresa

Estados Unidos lanzó en la madrugada del domingo 22 de junio un ataque aéreo y marítimo contra instalaciones nucleares de Irán, marcando su primera intervención directa en el conflicto entre Teherán y Tel Aviv. La operación, denominada Martillo de Medianoche, impactó tres complejos nucleares: Fordow, Natanz e Isfahán.

El Pentágono confirmó que el ataque utilizó bombarderos B-2 y misiles Tomahawk, generando daños severos en las instalaciones. El presidente Donald Trump, quien evalúa un posible regreso a la Casa Blanca, calificó el bombardeo como “una ofensiva espectacular”.

En respuesta, Irán cerró el Estrecho de Ormuz —una vía estratégica por donde transita el 20 % del petróleo global— y advirtió que “todas las opciones están sobre la mesa”, aunque aún no ha tomado acciones militares directas.

Rusia reaccionó de inmediato, afirmando que Estados Unidos ha “abierto la caja de Pandora” y advirtió sobre el riesgo de un desastre nuclear. Mientras tanto, líderes europeos y organismos internacionales piden contención y una vuelta urgente a la diplomacia.

Dentro de EE. UU., el ataque ha provocado una fuerte discusión política. Algunos legisladores republicanos lo respaldan, pero también hay voces —incluso conservadoras— que critican la falta de autorización del Congreso.

El mundo observa con preocupación lo que pueda ocurrir en las próximas horas. Este nuevo episodio eleva aún más la tensión en Medio Oriente y podría tener efectos en la seguridad global y los precios del petróleo.